Con la nueva PAC en Aragón se ha pasado de 60.000 ha a 300.000 en Siembra Directa.
A mediados de septiembre de 2024, se ha celebró en la Finca “Castillo de Orus” de la localidad de Cuarte, Huesca, la cuarta Jornada de Campo de Siembra Directa bajo el título “Agricultura de Conservación en Cultivos extensivos”. Dicha jornada está enmarcada dentro del Convenio formativo firmado entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y la Asociación Española de Agricultura de Conservación Suelos Vivos (AEACSV) firmado el pasado año.
Más de 150 agricultores y técnicos de la zona han asistido a la Jornada, que ha contado con la colaboración de AGRACON (Asociación Aragonesa de Agricultura de Conservación), la Universidad de Córdoba y el IFAPA, y en la que han podido pasar por 4 estaciones temáticas para aprender los beneficios de trabajar en un sistema que pone el cuidado del suelo en el centro de la ecuación.
En la inauguración, Jesús Gil Ribes, presidente de la AEACSV dio las gracias tanto a los agricultores que se apuntaron a la Jornada, como a las entidades colaboradoras y al MAPA por su apoyo decidido para llevar la formación en estas técnicas conservacionistas a las principales zonas cerealistas de España. En este sentido, el presidente de AGRACON, Pascual Cano, afirmó que en este primer año de aplicación de los Ecoregímenes de la PAC se ha pasado en Aragón de 60.000 ha a más de 300.000 ha en Siembra Directa, lo que indica el interés por conocer estos sistemas agronómicos.
El suelo como centro neurálgico de nuestra explotación agraria
Entrado en el recorrido técnico, en la Estación 1 dedicada a los “Efectos del no laboreo sobre el suelo”, Jesús Ángel Beltrán Aso, Director del Laboratorio Agroambiental del Gobierno de Aragón, puso de manifiesto algo insólito: los agricultores han vivido muchos años sin preocuparse realmente de los suelos de sus fincas y de su estructura. En este sentido, mostró de forma práctica cómo un suelo bajo prácticas de Agricultura de Conservación (AC) mantiene una estructura de partículas de pequeño tamaño con una adecuada aireación justo en la zona donde nacen los cultivos. Además, un suelo bien estructurado, y con restos de cosecha en superficie, permiten al agua de lluvia y a los nutrientes infiltrarse con más facilidad y retenerse totalmente en la matriz del suelo, manteniendo mucho más tiempo la humedad con una estratificación adecuada de nutrientes, localizándose el fósforo en la parte superficial.
Jesús Ángel Beltrán afirmó que el agricultor debe mirar sus suelos desde un punto de vista económico y la sociedad desde un punto de vista ambiental y, en ambos casos, está claro que hay que evitar la pérdida de suelo, la pérdida de nutrientes y, por supuesto, la erosión. La supervivencia de la humanidad depende del buen estado de los suelos agrícolas y la Agricultura de Conservación demuestra que un suelo cuidado, con más humedad y con más nutrientes es básico para mantener las producciones y la seguridad alimentaria.
Nuevo Paradigma: la “Agricultura siempre verde”
En la Estación 2 sobre “Agricultura de Conservación, un cambio de paradigma”, Carlos Molina Pitarch, Técnico de AGRACON explicó a los agricultores el cambio de mentalidad que supone aplicar un nuevo sistema de trabajo como la AC, donde no se labran los suelos, se mantiene la cubierta vegetal, se siembra con equipos de Siembra Directa y se realiza una rotación de cultivos, añadiendo ahora un nuevo concepto que es mantener siempre verde el terreno. En este sentido, la “Agricultura siempre verde” supone tener plantas vivas todo el año en las parcelas, fijando así carbono los 365 días del año. Esto se hace con siembras de plantas espontáneas de verano y de cultivo comercial en invierno. En la Agricultura siempre verde ya no hay “malas hierbas” sino plantas que dan servicio a nuestros suelos.
En esta Estación se dieron cifras reales de ahorros de costes aplicando técnicas de AC en Aragón motivados por varias razones: por un lado existe un ahorro de carburante del 50% respecto a la agricultura convencional (de 1.000 litros de consumo al año se pasa a 500 litros, por ejemplo); además, la Siembra Directa supone un ahorro de un 55% de horas de trabajo; de gastos de mantenimiento debido al aumento de la vida útil de las máquinas; y de insumos como abonos o fitosanitarios; etc. Todo ello incide claramente en la rentabilidad de la explotación.
Finca Orus, un claro ejemplo de sostenibilidad y rentabilidad
En la Estación 3, Pablo Villamayor Tomás, Ingeniero Agrónomo y propietario de la Finca Castillo de Orus, explicó cómo ha ido cambiando el manejo de suelo de su finca en las últimas dos décadas. Hasta el año 2003 realizaba un laboreo convencional; pasando a mínimo laboreo sin rotaciones de cultivos hasta 2013; momento a partir del cual comenzó con la Siembra Directa con rotación de cultivos con leguminosas (habas y vezas), dejando la paja en el suelo y aplicando el concepto de “Agricultura siempre verde”, con plantas todo el año fijando carbono en el suelo y trabajando por nosotros.
Para este agricultor los beneficios son clarísimos, mencionando en primer lugar el hecho de que el agua se infiltra mejor y la humedad aguanta muchísimo más al estar el suelo cubierto. Además, se aporta mucha materia orgánica al suelo, lo que reduce la aplicación de abonos (las leguminosas aportan 30 unidades de fertilizantes que te ahorras). También se están aplicando muchos menos herbicidas, que es otro ahorro importante. Todo ello se traduce que en esta finca, en que los años normales desde el punto de vista meteorológico, el cultivo produce lo mismo que producían con agricultura convencional, pero con muchos menos costes. Por su parte, en los años secos, el cultivo en Siembra Directa produce más que en agricultura convencional.
Soluciones tecnológicas para proteger el suelo
Por último, en la Estación 4 dedicada a las “Soluciones aportadas desde el sector privado a la AC” participó Syngenta, que mostró su apuesta por la Agricultura regenerativa a través del enfoque que realizan sobre el cuidado del suelo. Para ello están desarrollando y poniendo en el mercado soluciones biológicas como Nutribio N, que es un bioestimulante para cereales de invierno y de verano que fija nitrógeno atmosférico en la planta de forma natural, aportando hasta 35 unidades de Nitrógeno en la planta que ya no es necesario aplicar de forma química.
Por otro lado, Luis Miranda, responsable de sostenibilidad en Syngenta, explicó a los agricultores también las soluciones tecnológicas de la compañía integradas en su plataforma Cropwise. Una de ellas es el innovador escáner de suelo “Interra Scan”, que permite al agricultor escanear sus parcelas sin tocar ni alterar el suelo y que permite hacer un mapa de las características físico-químicas de suelo que ayude a tomar decisiones a la hora de aplicar insumos agrícolas, mejorando la toma de decisiones y la optimización de insumos que debe utilizar